La sesión anterior despertó una gran curiosidad. Las incógnitas en torno al significado de los sueños estaba servida, preguntas del tipo:
¿Porqué olvidamos los sueños? ¿Cómo podemos recordarlos? ¿Porqué tenemos sueños que se repiten? ¿Qué son los sueños, como se forman?
El recuerdo al despertar, fugaz, borroso, inexistente… o claro y nítido, generaba muchos interrogantes.
Nuestra máquina de soñar
Los sueños son una necesidad fisiológica de nuestro cerebro que permite al subconsciente tener en cuenta, organizar y procesar lo que ocurre cuando estamos despiertos. Nuestros problemas y preocupaciones influyen en nuestro estado anímico, lo que en parte, el cerebro expresa a través de los sueños, trayendo nuestro subconsciente a nuestro consciente.
Cada noche, la mayor parte de las personas tenemos al menos unos cuatro sueños, en ocasiones más. Cada un@, tenemos nuestra personal máquina de soñar que conforma nuestro psiquismo.
Recordar los sueños
Hay diferentes explicaciones de porqué no nos acordamos de los sueños, desde la profundidad de los mismos, a las autorrepresiones de las que habla Freud.
Cada uno de nuestros sueños se configura a través de los pensamientos que como soñadores conformamos. No es fácil interpretarlos, habría que conocer al soñante, sus antecedentes, su realidad. Existen diccionarios de sueños, pero son solo guías mas o menos acertadas para ayudarnos a pensar, a introducirnos en nuestra particular realidad, a conectar símbolos y situaciones, y en definitiva a conocernos un poco más a nosotr@s mism@s.
Recordar los sueños precisa de un compromiso con un@ mism@, de despertar y recuperar lo recordado a través de un trazo, unas líneas, unas palabras… un día y otro, hasta construir nuestro personal puzzle y desentrañar las piezas que faltan.
Nuevos iconos y posibilidades
Hoy hemos intercalado varias técnicas. Los dibujos y símbolos bordados de la anterior sesión han enlazado con nuevos iconos y posibilidades, haciendo emerger: el repetido sueño de la infancia, la pesadilla, la preocupación por los estudios, el omnipresente sentimiento amoroso de la adolescencia… todo ello en línea con nuevos campos a explorar.